Incentivación es la palabra clave cuando se busca que un equipo de trabajo dé lo mejor de sí para alcanzar un objetivo organizacional. La clave aquí es encontrar la tecla correcta, ¿qué mueve o motiva a las personas para mejorar su performance? ¿Es el dinero? ¿son otro tipo de recompensas?
La empresa debe de dar el primer paso
Tanto la motivación, como el compromiso, así como la satisfacción del empleado, dependen de las acciones y decisiones tomadas por los empleadores. Muchas de esas decisiones importantes implican incentivos. Tanto monetarios como no monetarios son cruciales para la satisfacción de los miembros del equipo y la salud del negocio.
Entonces, ¿cómo saber qué es mejor y qué tipo de incentivación se debe ofrecer a los colaboradores?
En teoría, ambas opciones tienen el poder de impactar positivamente tanto en empleados como entre empleadores. Sin embargo, los incentivos monetarios consumen lógicamente más presupuesto y recursos administrativos.
Hay pros y contras de cada categoría y quizá los incentivos no monetarios ofrecen o se presentan como una mejor opción para un programa de incentivos para empleados.
La psicología detrás de la emoción
Cuando se trata de motivar un comportamiento deseado, experiencias como viajes, productos, entradas para eventos y otros privilegios exclusivos, son una potente “zanahoria” de recompensa mucho más efectiva que el dinero.
Las empresas han observado que las recompensas tangibles, es decir, las no monetarias, hacen un mejor trabajo a la hora de atraer y mantener el interés de las personas. Entusiasmarlas con las posibilidades de ganar y competir de forma sana con otros miembros del equipo, puede ser el detonante que los motive a actuar de una manera determinada que los acerque a cumplir los objetivos comerciales comunes/globales.
Las recompensas de un programa de incentivación
La teoría es que, si bien el dinero en efectivo es bueno y generalmente necesario, el participante en un programa de incentivación se siente más «recompensado» cuando recibe algo que ha deseado durante mucho tiempo o que de otra manera no habría adquirido.
Pensemos en este ejemplo ¿qué preferiría un niño para su cumpleaños, recibir un sobre con dinero o que lo lleven a la juguetería para elegir su regalo? ¿Cuál sería más emocionante para él? Además, ¿qué enfoque crea una experiencia más significativa, positiva y memorable?
Si estamos pensando en lograr una experiencia positiva y memorable en los equipos de trabajo, debemos analizar minuciosamente las ofertas de recompensas, ya que éstas pueden hacer o deshacer el éxito del programa de incentivos. Debe de haber un minucioso análisis previo para entender y comprender cómo está constituido el equipo de trabajo y cuáles serían esos premios con las que harían match.
Algo no menos importante dentro de la estrategia es el canal por el cual se llevará a cabo este programa de incentivación.
Llegar a la incentivación mediante el juego
La gamificación, o ludificación como también se conoce, consiste en agregar mecánicas de juego a entornos que no necesariamente están hechos para jugar, tales como sitios web, aplicaciones móviles, comunidades en línea, intranet empresarial, etcétera. El objetivo de la gamificación es interactuar con empleados y colaboradores para inspirarlos, compartir e interactuar con un fin que conduce al logro de metas y objetivos comerciales.
Pensando en recompensas no monetarias, y ofrecer experiencias memorables a los colaboradores, contar con una plataforma gamificada debería ser prioritario para todos los profesionales tomadores de decisión de una empresa, ya sea el Director de Ventas, la cabeza de Recursos Humanos o el responsable de Marketing.
Las plataformas gamificadas no sólo fomentan la participación de los equipos de trabajo, sino que generan otros beneficios para las empresas. Según Harvard Business Review, la gamificación aumenta las tasas de retención de clientes en un 5 % y aumenta las ganancias hasta un 25 %.
Además, Harvard Business Review afirma en un artículo publicado este mismo 2024 que la gamificación ya está empezando a abrirse camino en las organizaciones para motivar a los empleados, y que se espera que el tamaño del mercado de la gamificación crezca anualmente un 27,4% entre 2020 y 2025.
Nunca es tarde para empezar
La incentivación debe de existir sí o sí en todas las empresas, y fundamentalmente en ciertas áreas vitales de la organización, ya sea de forma económica o como salario emocional. Lo ideal y lo que están impulsando empresas muy grandes, es un mix de ambos: remunerado, por un lado, y emocional por otro.
En IDE Marketing nos especializamos en desarrollar estrategias, programas y plataformas de incentivación utilizando gamification. Compártenos tus datos y nos pondremos en contacto contigo, o bien, agenda una reunión de 30 minutos con personal de nuestro equipo.