Los eventos corporativos se consideran una herramienta estratégica clave para cualquier plan de ventas y marketing, aunque hoy en día hay varios factores a tener en cuenta a la hora de idear y llevar a cabo un evento. Desde una feria comercial hasta un evento exclusivo para clientes, según el enfoque desde el que planifiquemos esta acción, puede ser una iniciativa muy eficaz para crear nuevas oportunidades de negocio, fortalecer relaciones y mejorar el posicionamiento.
Conocer los KPIs para medir su éxito nos ayuda a justificar la inversión realizada y optimizar su impacto, asegurando que cada evento sea una práctica rentable. Cuando se logra medir el ROI más allá de los números, se demuestra que los eventos no son simplemente gastos, sino una inversión estratégica con un beneficio significativo tanto a corto como a largo plazo.
La importancia de medir el ROI de los eventos corporativos
Cada actividad llevada a cabo en una empresa debe generar resultados medibles para conocer su valor. Por ello, es esencial conocer el Retorno de la Inversión (ROI) a la hora de evaluar la rentabilidad de las acciones respecto a su coste. Esta métrica nos permite optimizar futuras inversiones en eventos y conocer cómo afectan directamente al éxito del equipo de ventas y nuestros objetivos comerciales.
Adoptar una perspectiva integral del ROI permite justificar cada euro invertido, conocer las mejores estrategias para la empresa y ajustar las necesidades del cliente para maximizar los beneficios según los ingresos generados, los leads obtenidos y la satisfacción de los clientes, entre otros.
KPIs esenciales para medir la efectividad
Los indicadores de rendimiento más relevantes para evaluar el impacto de los eventos corporativos deben alinearse con los objetivos estratégicos de la empresa. Existen una gran variedad de ellos para medir diferentes variables, lo más destacados son:
Satisfacción de los asistentes: Mediante encuestas post-evento que recopilen opiniones y comentarios sobre las fortalezas y debilidades surgidas en la celebración del evento. Además de evaluar el impacto del evento, nos ayuda a crear relaciones a largo plazo con los participantes.
Interacción y participación: A través de encuestas, midiendo la interacción en redes sociales o evaluando las preguntas realizadas durante el evento. Contra mayor participación, mayor interés y compromiso por parte del cliente, crucial para el éxito del evento.
Tasa de conversión: Es importante conocer cuántos leads se convierten finalmente en clientes reales para conocer la eficiencia a la hora de generar ventas concretas.
Retención de clientes: Métricas como el Net Promoter Score (NPS) permiten evaluar la fidelización y satisfacción del cliente.
Aplicar estos aprendizajes en la organización
Cada evento aporta información valiosa sobre aquello que se necesita mejorar. Aplicar estos aprendizajes permite aumentar la rentabilidad y garantizar que las estrategias sean más efectivas.
Si la tasa de conversión fue baja, puedes ajustar los objetivos estableciendo estrategias para atraer más clientes o mejorar el seguimiento post-evento optimizando los canales de comunicación para conocer la satisfacción de los asistentes. En caso de una interacción escasa, puedes incluir dinámicas de participación que generen mayor engagement. Si los datos muestran que ciertas acciones aportan mayor rentabilidad, puedes reajustar el presupuesto en base a aquellas iniciativas que realmente marquen la diferencia en los resultados obtenidos.
Al aplicar estos aprendizajes en el proceso de planificación y ejecución podemos maximizar su rentabilidad y aumentar el impacto comercial. Además, ayudará a obtener un mayor compromiso y apoyo por parte de la organización, mejorando la productividad y eficiencia lo que garantiza el éxito de cada evento empresarial.
Más allá de los números: cómo es un evento corporativo exitoso
A parte de las métricas financieras y cuantificables, el éxito de un evento se mide en generar conexiones, fortalecer la marca y su capacidad de crear experiencias significativas. Medir estos aspectos cualitativos y alinearlos con los objetivos estratégicos nos garantiza un evento exitoso.
Una experiencia inolvidable para los asistentes es fundamental para asegurar que la audiencia vuelva a uno de nuestros eventos. La clave está en ofrecer experiencias interactivas, hacerles sentir importantes y crear momentos que refuercen los vínculos con los clientes actuales y socios. Si logramos una comunicación bidireccional, podremos establecer relaciones duraderas y convertirlas en oportunidades de negocio a largo plazo.
Además, si conseguimos llevar a cabo un evento que también contemple una mayor sostenibilidad, con un enfoque centrado en la menor producción y consumo de recursos, estaremos también alineados con una de las tendencias en auge entre los eventos corporativos.
Otro aspecto que destacar es la percepción de la marca, influida por la profesionalidad, la innovación y la coherencia con los valores de la compañía. Por tanto, es esencial tener en cuenta la cobertura en redes sociales y la presencia en medios de comunicación. Esto conduce a otro aspecto cualitativo, la importancia de la implicación de los asistentes. Si las personas se ven involucradas, participan y muestran interés, nos indica que el evento ha generado el impacto deseado.
Es importante tener en cuenta que un evento no termina cuando finaliza, sino que requiere un seguimiento a través de contenido post-evento y el mantenimiento del contacto con los asistentes para asegurar que se han alcanzado los objetivos establecidos.
En IDE Marketing, somos especialistas en la dinamización y organización de eventos para potenciar la fidelización de empleados en grandes empresas. Compártenos tus datos y nos pondremos en contacto contigo. También puedes programar directamente una reunión de 30 minutos con personal de nuestro equipo.